El día después de Suicidarme (texto anónimo encontrado en internet)
Un par de horas antes fumaba mi último cigarrillo, bebí mi última cerveza, escuchaba mi última canción y derrame mis últimas lágrimas.
¿Porque?
Murph'y, mi gato, me esperaba en la entrada de la habitación como todas las noches, lista para ir a dormir junto conmigo, la única diferencia es que nunca más volvería a entrar yo por esa puerta, no entendía lo que sucedía, caminaba en círculos por toda la casa, desesperada por verme una ves más, solo espero que entienda, que no me aleje de ella porque la dejé de amar, la abandone o simplemente no la quise, cuando ella fue el único soporte que tuve en todos esos días de mierda.
Solo estaba ahí, mirando por su ventana favorita, viendo a la calle, por si tal vez yo volvía.
El día siguiente después de suicidarme, mi cuerpo sin vida estaba listo en el ataúd, mi mejor amiga llegó a casa, después de viajar 8 horas por carretera para llegar a ver lo que quedó de mi, un cuerpo sin vida, se llevó las manos a la boca, su mirada se nublo y comenzó el llanto, corriendo y gritando, abrazaba mi ataúd y repetía mi nombre una y otra vez, con la voz tan cortada, tan decaída y triste que jamás había escuchado.
La noticia corrió rápido entre mis demás amigos que deje atrás al mudarme de estado, que aún que no pudieron estar presentes, sentía su dolor por la estupidez que cometí, algunos lloraron, a otros se les paralizó el mundo por un momento, al saber que la persona más "feliz, alegre, carismática y simpática" había terminado con su vida.
El día siguiente después de suicidarme, me di cuenta que mi funeral estaba vacío, no había mucha gente, todo era porque siempre fui un recluido social, nunca me gustó ser amigo de muchas personas, porque siempre terminaba alejándolos, haciéndoles daño o simplemente perdía el interés.
Sin embargo, las pocas personas que estaban ahí, sentía su dolor, me volví a enamorar de mi madre, porque los días siguientes, solo pensaba en mi, solo hablaba de mi, me volví a hacer mejor amigo de mi amiga, porque aún estando yo ausente, seguía poniendo mi nombre en alto, seguí amando con toda mi alma y todo mi ser a Murph'y, porque hasta sus últimos días de vida, espero por mi, sin perder la fe en que en algún momento volvería a cruzar esa puerta para estar con ella, cargarla y besarla, me di cuenta demasiado tarde que la vida no era tan mala como la pintaban, que independientemente de los problemas que está me trajo todo el tiempo que estuve con vida, existieron mejores salidas que la que escogí, aún que, bueno, el estar solo todo el tiempo no me ayudaba de mucho, sigo siendo el responsable de lo que hice.
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